Reparar o no reparar, el gran dilema
Debes saber que el precio que el mercado marca a una vivienda se ve modificado por las mejoras y reformas recientes que revaloricen la vivienda.
Son muchos los vendedores que dudan en hacer reformas antes de vender su vivienda; por un lado, para evitarse el gasto y por otro porque piensan que el comprador querrá hacer cambios a su gusto una vez se instale.
Normalmente los compradores quieren una casa para habitar, sin más, y rara vez quieren una casa para reparar. Si este fuera el caso, estarían dispuestos a pagar los precios más bajos del mercado.
Por lo tanto, por muy bien que esté el inmueble, debes revisar la vivienda con ojo crítico y hacer una lista de desperfectos a reparar. Aunque no emprendas una gran reforma, siempre te convendrá reparar grietas, manchas de humedad y llaves que gotean.
En el sistema eléctrico revisa los enchufes. Instala bombillas en todas tus lámparas. Presta especial cuidado al baño. No olvides que existe una pintura especial para remozar azulejos. Si las mamparas de la ducha están visiblemente deterioradas, considera desinstalarlas y poner cortinas de baño, que aligeran y amplían el espacio. Toallas nuevas para el baño.
En la cocina considera cambiar los tiradores de los armarios, es un pequeño cambio que puede remozar su aspecto. Despeja las encimeras. Si la encimera de la cocina está desgastada, será difícil que consigas un comprador rápidamente. ¿Necesitas cambiar el grifo?
En la fachada, mira la vivienda desde fuera.
La primera impresión es definitoria y una pequeña inversión en paisajismo en el jardín puede marcar la diferencia. Algunos expertos estiman que, en el caso de reparaciones menores, una inversión de 1.000 euros puede significar una diferencia en el precio de venta de hasta 6.000 euros.
Estos cambios te ayudarán a vender tu vivienda mucho más rápidamente.
Ordena y limpia
La máxima a seguir es que el comprador que visite la vivienda pueda imaginarse a sí mismo habitando ese espacio. No debes esperar que el comprador haga un esfuerzo enorme para imaginar el potencial de cada habitación, debes ponérselo fácil. Las consignas a las que apegarse si necesito vender mi casa urgente son tres:
- Despersonalizar despiadadamente.
- Despejar cada habitación lo máximo posible.
- Ordenar, ordenar y ordenar.
Ten presente que muchas casas pierden la batalla por la cantidad de objetos acumulados. Los propietarios, que se han acostumbrado a ellos, no logran notar la sensación de desorden que aportan, ni cómo perjudican el ambiente, pero el posible comprador si lo hará.
Elimina todas las fotos familiares, las colecciones, las pilas de zapatos, todo lo inherente a tus hobbies. Por ningún motivo olvides los armarios. Los potenciales compradores ¡abrirán las puertas!, ¿te imaginas que se caiga una pila de cosas? Si piensas ordenar atiborrando los armarios, no has entendido que la consigna es desaparecer todo lo que no es imprescindible. Los compradores van a inspeccionar hasta el último rincón, todo dentro de los armarios debe estar perfectamente doblado.
Una vez que la casa haya quedado vacía de aquello prescindible, queda limpiar. La limpieza debe hacerse a profundidad. Sólo es aceptable si queda inmaculada, pues cualquier rastro de suciedad puede acabar con la buena impresión que queremos lograr en los potenciales compradores.
Así como los excesos envejecen y oscurecen las habitaciones, las casas vacías impiden tener referencia del tamaño de las estancias y eso tampoco conviene. El “home staging” es una práctica que permite optimizar la imagen de la casa en venta. De la misma manera en que la un escaparate de una tienda es determinante en la comercialización de objetos, igual sucede con los inmuebles. Debes entender que tu casa ya no es tu hogar, es solamente un espacio comercial si lo que necesitas es vender tu casa urgente.
Los cambios incluyen desde la selección de los muebles que se quedan, de entre aquellos que ya tienes, hasta el alquiler de algunos otros. Los muebles grandes, pesados o muy viejos deben desaparecer. Añade puntos focales con tonos de colores vivos como jarrones, cojines, cuadros hasta plantas y alfombras. Aprovecha el espacio con la mejor disposición de los muebles, delimita zonas en una misma habitación; e incluso Ilumina las habitaciones de la mejor manera. Todo ello para la mejor puesta en escena.
Fuente: Deplace
¿Qué documentación necesito para vender mi casa?
Si quieres vender tu casa, lo primero que tienes que hacer es preparar toda la documentación necesaria.
No esperes a que el posible comprador o el notario te solicite alguna documentación, esto lo único que hará será retrasar la venta de tu vivienda.
La venta de una casa es una operación de cierta envergadura y complejidad que requiere realizar una serie de trámites obligatorios si no queremos tener sustos en el futuro y recibir reclamaciones por desperfectos o sanciones por impuestos impagados.
Para poder realizar la venta de una vivienda, se necesitan presentar ciertos documentos. Algunos de estos “papeles” son necesarios y obligatorios en cualquier municipio de España. Otros dependerán de la comunidad autónoma donde se ubique la vivienda.
A la hora de vender una propiedad, es necesario presentar los documentos que demuestren que tú eres el titular de esa vivienda.
Estos son los documentos que vas a necesitar para poder vender tu vivienda (algunos debes tenerlos desde el principio del proceso, otros deberás solicitarlos días antes de la firma, ya que deben plasmar la realidad en el último momento):
- Título de propiedad o Escritura de la casa. El principal documento donde cita el titular actual de la vivienda. Este documento se formaliza en la compraventa y está inscrito en el Registro de la Propiedad del lugar donde se sitúa la casa.
- Documento Nacional de Identidad en vigor de todos los propietarios de la vivienda.
- Nota simple del Registro de la Propiedad. La nota simple, que podemos obtener en el Registro de la Propiedad, acredita el nombre del propietario, y además incluye otra mucha información sobre la vivienda: descripción del inmueble, si está libre de cargas, hipotecas, afecciones urbanísticas, posibles usos del inmueble, etc. En este punto, se pueden generar discrepancias si la identidad del propietario no coincide con la del vendedor (la vivienda es fruto de una herencia o el propietario reside en el extranjero) .
- El último recibo del IBI. A la hora de vender la casa, se debe presentar el último recibo pagado del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), impuesto que grava la titularidad de la propiedad. Hay que tener en cuenta que cuando se vende una vivienda, el IBI debe pagarlo el propietario del inmueble el día 1 de enero. En la operación de venta, el notario puede llegar incluso a solicitar los 5 últimos recibos pagados.
- Certificado de solvencia con la comunidad de propietarios, que demuestra que no tienes deudas con la comunidad. (Esto es mejor que lo pidas unos días antes de la venta). Si la casa está situada en una comunidad de propietarios, se deberá presentar un certificado al administrador de la finca donde indique que no se tiene ninguna cuota de comunidad pendiente de pago. Este documento deberá estar debidamente firmado por el Administrador-Secretario, otorgando su visto bueno al Presidente de la comunidad.
- Certificado de deuda pendiente, en caso de tener hipoteca (Esto también debes pedirlo en el último momento, pero sería bueno que hablaras con tu banco antes para saber cuánto tardan en dártelo). Si sobre la vivienda pesa un crédito hipotecario, deberemos tener el Certificado de Deuda Pendiente, en el que se especifica el importe que se debe en el momento de la transmisión de la vivienda. Y en el caso de que no exista hipoteca o quede pagada antes de la operación de venta, la Nota Simple deberá indicar que el inmueble se encuentra libre de cargas.
- Certificado energético. Es imprescindible para publicar tu vivienda en cualquier portal. Según el Real Decreto 235/2013 de 5 de abril, es obligatorio este documento que indica la calificación energética que tiene la vivienda. Es lo que se conoce como “etiqueta energética”, que indica mediante una escala de siete letras de diferente color, de la A a la G, el nivel de eficiencia y ahorro energético en relación con las dimensiones del edificio. Incluso es necesario disponer de este certificado antes de poner el anuncio de la casa en venta. En caso de no tener este certificado, se puede sancionar con una multa de entre 300 y 6.000 euros. Hay que tener también en cuenta que este certificado tiene una validez de diez años desde el momento en el que se emite. Obtener el certificado energético es bastante rápido y económico, a través de un técnico homologado.
- Planos de la vivienda.
Fuentes: deplace y Ampervillas
Plantas hermosas y felices en nuestro jardín
Para que broten y florezcan en las mejores condiciones, es importante tener en cuenta las necesidades específicas de cada una de las plantas que has elegido para tu jardín. Las condiciones especiales de ciertos lugares requieren a veces aplicar enfoques poco usuales.
En principio, los lugares donde podemos colocar las plantas se clasifican según la radiación solar que reciben. Existen variedades de plantas adecuadas para terrazas soleadas y calientes, y en cambio otras que solo prenden en patios umbríos. Entre ambos extremos se encuentran las zonas de sombra parcial y las áreas semisoleadas.
Aunque es cierto que hay un lugar idóneo para cada planta, si se les dedican los cuidados necesarios, la mayoría de ellas también pueden crecer en lugares menos óptimos.
Consejo: Siempre que sea posible, en días especialmente calurosos conviene colocar a la sombra las plantas durante el mediodía. Para ello bastarán una simple sombrilla o un toldo. De otro modo, y en particular las plantas jóvenes, podrían quemarse rápidamente y sin posibilidad de regeneración.
En los jardines verticales, la intensidad luminosa desciende hacia abajo, como si dijéramos, pero no tanto como para que en la zona superior solo prendan plantas suculentas, como la siempreviva, y en la inferior solo los helechos. Ahora bien, lo que sí puede suceder es que la lechuga crezca más hermosa si la sitúas en la zona superior.
CÁLIDO Y LUMINOSO
No solo la luz, sino también la temperatura y la ventilación influyen en el crecimiento de las plantas.
Junto a una pared soleada hace más calor que en un lugar expuesto al viento. Los muros almacenan calor para luego desprenderlo. Hasta cierto punto, la fuente de calor adicional es beneficiosa. Sin embargo, si, por ejemplo, las plantas están situadas delante de una superficie de metal demasiado caliente, sin duda se quemarán. A todas las plantas les viene bien una corriente de aire fresca. Allí donde el aire no se mueve, las plantas desarrollan a menudo enfermedades como el mildiú y se acumulan parásitos como el pulgón. No obstante, en una azotea las tormentas pueden causar estrés a nuestras plantas.
Al plantar nuestras especies favoritas en bolsas individuales, sus raíces no compiten entre sí. Lo mejor es ubicar las plantas colgantes únicamente en la zona inferior para que no tapen a las demás.
UNA BASE SÓLIDA
Lo que es aplicable al jardín tradicional, se aplica igualmente a los jardines verticales: sin un buen sustrato, las plantas no prenden bien y se van marchitando. Afortunadamente, en los viveros podrás elegir entre una gran variedad de tierras. Entre otras, existen productos libres de turba, con los que, además, estarás contribuyendo a reducir la preocupante disminución de las turberas altas de la Europa oriental.
Consejo: El mejor sustrato sirve para poco si las plantas no tienen suficientes espacio para sus raíces. Asegúrate de que el cepellón que la envuelve no toca el borde del tiesto al plantarlo, sino que dispone de unos 1-2 cm libres; así la planta podrá sobrevivir y continuar creciendo.
Podemos utilizar unas tuberías escalonadas para plantar distintos tipos de lechugas y cubrir de vegetación una pared.
Tú mismo puedes elaborar la tierra más apropiada a partir de unos pocos ingredientes o renovar y optimizar la tierra de la que dispongas. mezcla dos terceras partes de tierra de jardín libre de turba con la misma cantidad, a partes iguales, de compost común y compost de corteza. Esta mezcla es muy apropiada para plantas herbáceas perennes y flores de verano. Para las verduras, conviene aumentar la proporción de corteza, mezcla la tierra con una pequeña cantidad de arena. Las hierbas mediterráneas, como la lavanda y el tomillo, necesitarán menos nutrientes. En este caso, es buena idea complementar los suelos ligeros con arena y gravilla de lava. Y quien desee ofrecerle las mejores condiciones a las plantas suculentas, debe abstenerse de utilizar tierra de jardín rica en nutrientes. En este caso, lo ideal es mezclar tierra para cactus o compost para macetas con igual cantidad de arena, piedra de lava y perlita.
Fuente: “Cómo construir un jardín vertical”